La Oficina de Derechos Humanos de la ONU expresó su profunda preocupación por la persistente represión contra críticos del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
Según Liz Throssell, portavoz del Alto Comisionado Volker Türk, continúan las detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas de defensores de derechos humanos, periodistas y otros ciudadanos percibidos como disidentes, lo que alimenta un clima de temor e intimidación.
El Alto Comisionado instó a las autoridades venezolanas a liberar de inmediato a todas las personas detenidas arbitrariamente y a garantizar el cumplimiento de los estándares de debido proceso y juicio justo. Throssell subrayó que las restricciones al ejercicio de los derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica se han intensificado desde las elecciones presidenciales.
Uno de los casos más recientes es el de Eduardo Torres, abogado del Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos, quien fue arrestado el pasado 9 de mayo cuando se dirigía a su casa en Caracas. Según fuentes fiables, sus familiares no han tenido contacto con él ni conocen su paradero.
La ONU también expresó alarma por las condiciones de detención de los críticos del régimen, especialmente la falta de acceso a alimentos adecuados y atención médica. Desde julio de 2024, al menos tres personas detenidas por criticar al gobierno han muerto bajo custodia, sin que se hayan realizado investigaciones exhaustivas e independientes.
La organización recordó que la Ley de Fiscalización, Regularización, Actuación y Financiamiento de Organizaciones No Gubernamentales y Organizaciones Sociales sin Fines de Lucro socava gravemente los derechos a la libertad de expresión y asociación, por lo que insistió en la necesidad de derogarla.