Estados Unidos enfatizó su no participación en la «acción unilateral» que Israel llevó a cabo contra Irán.
En una declaración, el secretario de Estado Marco Rubio aclara que Washington no estuvo involucrado en los ataques y que su «máxima prioridad es proteger a las fuerzas estadounidenses en la región».
La declaración señala que Israel informó a Estados Unidos que consideraba su acción como «necesaria para su autodefensa».
El documento subraya que el gobierno estadounidense tomó «todos los pasos necesarios para proteger a nuestras fuerzas» y mantuvo «estrecho contacto con nuestros socios regionales».
Asimismo, el comunicado lanza una advertencia directa a Teherán: «Irán no debe atacar los intereses o al personal de Estados Unidos».