El último informe del Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua concluye que el régimen Ortega-Murillo comete crímenes de lesa humanidad de manera «sistemática y generalizada». El documento identifica a 54 funcionarios como responsables directos de una represión estatal que viola derechos fundamentales desde 2018.
Según el informe, el Estado «persigue a su propia gente», y estas acciones no son hechos aislados, sino parte de una política deliberada desde las más altas esferas del poder.
Los crímenes de lesa humanidad señalados son:
- Ejecuciones extrajudiciales: Al menos 40 muertes durante las protestas fueron calificadas como asesinatos cometidos por órdenes directas del régimen, ejecutadas por policías, militares y grupos armados progubernamentales.
- Detenciones arbitrarias: Más de 5.000 personas han sido privadas de libertad sin justificación legal. Solo en el último año, al menos 131 personas fueron encarceladas por motivos políticos.
- Torturas: Prácticas como asfixia, colgamientos, violencia sexual, incomunicación prolongada y golpizas fueron documentadas en centros penitenciarios.
- Deportaciones masivas: En septiembre de 2024, 135 personas fueron expulsadas del país sin orden legal, un acto que, según los expertos, configura crimen de lesa humanidad por tratarse de una práctica dirigida contra opositores.
- Desapariciones forzadas: Documentan casos como el de Jaime Navarrete, desaparecido durante ocho meses sin que su familia recibiera información. Hay al menos 12 casos de desapariciones prolongadas.
- Persecución política: Todos estos delitos responden a una campaña estructurada de persecución contra cualquier disidencia política, lo que configura un crimen de lesa humanidad según el derecho internacional.
Como reacción al informe, Nicaragua anunció su retiro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, calificando los señalamientos como «injerencia» y «doble rasero».
Para Jan-Michael Simon, presidente del grupo de expertos, Nicaragua es «una dictadura anacrónica» donde «la familia es el partido, el partido es la familia y ambos son el Estado».